Extracto de EL PISOTÓN DEL UNIVERSO. MANUAL TÉCNICO DE SUPERVIVENCIA EN LA ILUSIÓN.
19 diciembre 2019
REYES OLLERO
No es lo mismo reconocer Quién Soy, y esto, el reconocimiento de Quién Soy se expresa cuando siento en mi corazón este goce… No es lo mismo reconocer Quién Soy, no es lo mismo reconocer el Cristo, Dios, el Amor, la Esencia, la Fuente… me gusta emplear muchos nombres para que sea extensible a cualquier nivel de conciencia. No es lo mismo reconocer el Amor, que luego extender este amor al mundo… extender este Amor a la relación…
Dentro de este camino hay una palabra para mi maravillosa que define muchísimo cómo vivimos la Relación Sagrada, que es la relación con Dios, como la vivimos en el mundo comprimida por una serie de ideas, una serie de conceptos. Se llama la Relación Especial.
Por un lado no puedo dejar de ser lo que soy… este goce, esta expansión, este deseo profundo de darme, este deseo profundo de compartir, este deseo profundo experimentar,… pero también no sólo está esto, sino que en la Relación Especial también está todo el poder que le he dado al ego. Por tanto la relación parece una relación contraída en la que aparece el miedo, en la que aparece la competencia, en la que aparece el enfado… ¿Por qué? Porque la relación se basa en la idea que yo estoy separado del otro.
Cuando yo me creo separado del otro no puedo amar, no puedo amarle.
Porque en el momento en el que te sientes separado de la otra persona, en mi interior aparece el miedo. Sí yo no soy lo mismo que él, en cualquier momento el otro me puede traicionar. En cualquier momento el otro me puede abandonar, en cualquier momento el otro me puede fallar. Sí el otro está separado de mí, yo no puedo amar.
Sí en esta idea de separación surge inevitablemente la idea de necesidad. Si yo creo que necesito al otro, no puedo amar.
Tarde o temprano, todos los amantes de la Verdad, nos encontramos con él. Evidentemente una cosa es descubrirlo y otra que nuestro corazón diga: «¡Ah claro, sí! ¿Cuánto voy a amar si te veo separado de mí?… si entonces te vuelves una amenaza para mí.»
¿Cómo te puedo amar desde aquí? Aunque tomemos conciencia de ello y empecemos a descubrir esto en nuestro interior, evidentemente el proceso de integración de esto en nuestras relaciones cotidianas, es una elección para hacerla, fíjate lo que te digo, ya no te digo cada día, sino para hacerla en cada respiración.
En cada respiración, aquí, en esta relación con tu pareja, en una relación con mi pareja, en la relación contigo, en la relación con todo, hay una elección, de qué elijo…«¿Elijo ser lo mismo que tú?» ¿Elijo ser el mismo que tú, elijo ser una misma mente, elijo ser en un mismo corazón y elijo ser una misma sustancia? o ¿elijo ser algo separado de ti?
Sí elijo ser algo separado de ti, bueno pues entonces estamos en el plano de la Relación Especial; en lugar de en el plano de la Relación Sagrada, estamos en el plano de la Relación Especial.
Habitualmente, te estoy hablando como si fueran dos polaridades, pero realmente lo que sucede en el camino de lo humano, es que paso de una relación a otra: ahora para mí eres una Relación Sagrada, y ahora para mí eres una Relación Especial… y ahora eres una Relación Sagrada, y ahora eres una Relación Especial… y me juzgo muy duramente cuando estoy viviendo este baile en el que de repente siento el goce del encuentro contigo en unidad y de repente me separo, te rechazo y no te quiero ni ver, y te conviertes de repente en un extraño, ¿no?
¡Este baile! Este baile en el que ahora Soy y ahora olvido Quién Soy y juego a no Ser ¡Este baile es el que he venido a perdonar aquí en todo lo humano!
La primera palabra que me viene, para todo el proceso de sanación de mi mente, es: AMABILIDAD. Ser muy amable.
¿Qué significa amable? Soltar el juicio ahora sobre lo que está sucediendo. No me refiero al juicio que hay en mi mente, a través del cual me estoy separando y enfadando con el otro. Sino a darme cuenta de este momento, lo único que está pidiendo, es que yo me de a amarlo tal y como es.
Esto quiere decir que si en este momento estoy enfadada, estoy enfadada… y si en este momento estoy viendo ataque, estoy viendo ataque… Esto es lo que está sucediendo, y no tendría que estar sucediendo nada diferente: está sucediendo lo que está sucediendo.
Y darme a comprender está oportunidad de sanar, que no está sucediendo nada malo, que lo que está sucediendo es la vida, y lo que pasa es que yo estoy juzgando este momento como algo malo.
En este momento tengo una cita con mi pareja, ¿y por qué la llamo cita de amor? porque a través de este momento, yo puedo conectar con lo que está sucediendo en mi mente para trascender este momento, y donde no había amor, llevar el amor. Pero este momento ahora es como es. Entonces lo primero es (siempre os lo digo y siempre me lo digo) lleva aquí la amabilidad, date el total permiso de como te estás sintiendo en este momento sin pretender sentirte de otra manera.
Esto es lo primero. Entonces a partir de aquí ¿que hago? Suelta, Respira.
¿Con quién decido vivir este momento y a qué voz estoy eligiendo escuchar ahora? No importa lo que hagas. Al ego le importa mucho siempre lo que hacemos en las formas. Siempre le importa lo que hacemos en las formas, porque de alguna manera existe a través de lo que hacemos en la forma:
- Existe en favor del juicio
- A través del mérito
- Y a través del logro
- Y a través de la idea del fracaso
Pero realmente es algo mucho más sencillo es:
¿Qué estoy eligiendo ahora? ¿A quién estoy eligiendo escuchar? ¿Estoy eligiendo escuchar a la voz que habla por Dios? ¿A la voz que habla por el Amor?
A través de qué ojos estoy mirando este momento, porque si lo miro a través del amor, no importa lo que hagas Arantxa, no importa.
No importa que te quedes, no importa que te vayas, no importa que estés enfadada en este momento, no importa porque eres completamente permitida. ¡Tu expresión es completamente permitida, es completamente abrazada!.
En la unidad nada me puede faltar, en la unidad no tengo nada que retener, no tengo nada que conseguir, no tengo nada que lograr… Si yo me quiero sentir plenamente abundante ya no hablo únicamente del dinero: es elegir ahora llevar toda mi atención a sentir, a sentir, a sentir a Dios aquí.
Desde aquí la carencia se deshace. Fijate Arantxa estamos viviendo una experiencia de carencia, una experiencia de carencia en todo. La carencia es igual a miedo, la carencia el efecto del miedo, y el miedo es el efecto de negar la relación con Dios ahora.
Estamos llenos de experiencia de carencia en todo:
- Carencia al amor
- Carencia de dinero
- Carencia de tiempo, ¡Qué me dices del tiempo!
- Carencia de creatividad
- Carencia de vida
Estamos viviendo constantemente, estamos proyectando constantemente una experiencia de carencia. Y lo único que pueda acabar con la carencia, es elegir La Unidad ahora, elegir abrirme a sentir la plena abundancia ahora, que se vive a través de La Unidad.
Y lo maravilloso es que cuando yo me doy, doy en mi vida a vivir la abundancia en todo, que realmente que vivir la abundancia en todo, es darme a vivir la Relación Sagrada en todo. Entonces, me abro a reconocerla en lo pequeño Arantxa, en lo pequeño. Yo siempre os hablo de una espiritualidad en lo pequeño. Encontrar a Dios en lo pequeño, lanzarme encontrar la abundancia, la plenitud, la unidad, en lo pequeño.
Y lo pequeño es ahora que cojo un vaso de agua y estoy bebiendo agua; en lo pequeño es ahora que estoy fregando un plato; en lo pequeño que estoy respirando; en lo pequeño es ahora que miro por la ventana y veo cómo pasa una nube; en lo pequeño es ahora que está cantando un pájaro, y decirme:
¡Guau, es que en el canto de este pájaro está toda la eternidad, está todo en abundancia! ¡Es que en este sorbo de agua está toda la eternidad, está toda la abundancia!
Entonces, me doy a la práctica de deshacer la idea del límite, la idea del límite es la idea del cuerpo; me doy a la práctica de deshacer la idea de carencia de mi mente.
Y entonces empiezo a vivir una experiencia sin miedo, una experiencia desde lo pleno. ¿Qué es constante esta experiencia desde lo pleno? ¡No! No es constante. Me voy a perder, me voy a perder, porque por un lado quiero esta experiencia desde lo pleno, pero por otro lado quiero un poder personal, quiero mi un logro personal y quiero mi Relación Especial. Todavía mi voluntad está un poquito dividida, entre quiero y no quiero, pero no importa, no importa para nada.
Me doy cuenta porque mi sentir me avisa de que en este momento estoy eligiendo la separación y digo: “¿Pero yo qué es lo que quiero?” Lo pleno…
¿Qué quiero valorar ahora? ¿Quiero valorar ahora el miedo? ¿O quiero valorar lo pleno?
Me doy a este camino de valoración de lo pleno, en lo pequeño, en lo pequeño… Y si me caigo, me levanto, pero me levanto sin culpa, ¡me sacudo! Me sacudo como un niño cuando está aprendiendo a andar y se cae. Y si no hay nadie que le está mirando con terror simplemente mira y dice: “¡Uy me he caído!”, y sigue andando porque sabe que no ha pasado nada. El mal no existe. Es lo mismo, pecado y mal es lo mismo y no existe.
Puede ser que en este momento estés sufriendo, pero simplemente es un error de percepción. Y el error de protección se produce en mí cuando, yo he perdido, he negado a Dios en mi, he negado mi guía interna.
Por lo tanto el error de percepción es corregido cuando yo vuelvo a dar permiso a Dios para que sea él qué me habita y sea él el que mira.
Y no es más, no es más, siempre desde la inocencia, ¡lo que corrijo es un error, no un pecado!
Puedes decidir en cada momento volver a tu centro y elegir la verdad y elegir escuchar el amor. No estás obligada a escuchar esa voz. Es más, es bueno recordar, que esa voz que me habla de miedo, de miseria, de limitación, es una voz que yo misma he inventado. ¡Qué no es real! ¡Qué es un invento, qué es una invención, es una imaginación, no es real
Y que tiene el poder justo, que yo decido darle en cada momento. Y esto es importante porque muchas veces creemos que esa voz es muy poderosa, que tiene todo el poder sobre mí. Pero cuando yo recuerdo el inventor o la inventora de esta voz y que en cualquier momento puedo elegir dejar de sostenerla, ¡por qué yo misma la inventé!… y recuerdo que es una invención, que es una ilusión, algo se abre en mí. Algo se abre, algo se abre para recordar realmente que nada, absolutamente nada, tiene poder, sobre quién soy. Y qué una ilusión jamás va a tener poder sobre quién soy, a no ser que quiera jugar a ello, que yo elija jugar a ello.
Este camino es sinónimo de paz.
La vida no es un camino de logro, es un camino de descubrimiento. Estamos enfocados en el logro, en lugar de estar enfocados en el descubrimiento.
La vida es distante, en este momento todo lo que tú haces, cada día, esta conversación que estamos teniendo, no es para lograr nada, es para descubrir lo que ya está, es para descubrir que el amor está aquí, que el Amor es lo único real.
Entonces, cuando yo doy mi vida a un camino de descubrimiento, a un descubrir este momento, para descubrir, descubrir… Descubrir la Verdad, descubrir el Amor, descubrir lo que ya está, no vivo la vida desde el estrés. Sino que me doy cuenta que cada vez que me aquieto en cada respiración, lo que ya está, sucede.
Entonces puedo descansar comprendiendo que todo lo que imagino ya Es.
Por tanto cuál es el fin, ¿cuál es el propósito de este encuentro?, ¿cuál es el propósito de este momento que estoy con mi hijo?, ¿cuál es el propósito de este momento que estoy con pareja?, ¿cuál es el propósito del canal?… Descubrir en este momento, que lo único real que está existiendo, es Dios. Este es el propósito, y se hace a través de la Relación.
Entonces, de esta manera me habro a comprender, como tú bien has dicho, como este camino, es un camino para reconocer que si hay “algo productivo” en este mundo, es vivir la Paz Ahora.
Cuando vivo la paz yo entro en un momento cuántico, entro un momento de no tiempo, dónde estoy viviendo la eternidad, donde toda la presión del tiempo cae.
¡Puede haber algo más real, más gozoso que esto!
¡Quiero vivir mi vida totalmente descansada!
Y descansando, descansando la verdad Esto es vivir una vida despierta.
Todo está en tu mente. No puedes ver nada que no esté en ti.
Cuando recibo a Dios, la copa se llena, y necesariamente necesita desbordarse, ¿no? Entonces me desbordo, y el cuerpo ya no es un límite, sino que es un instrumento que se pone el servicio para sentir a Dios.
Entonces me desbordó y se desborda la piel, se desborda la estructura, se desborda el límite, y tengo que darlo… Y es como: ¡quiero darme! ¡quiero darme! ¡quiero darlo! ¡quiero darlo!
Cuando tu recibes la Gracia, es inevitable que quieras darla. Es inevitable que quieras desbordarte y entregarla, ¡es inevitable!
Reyes Ollero para Holistic Matriz del Cambio