Extracto de EL PISOTÓN DEL UNIVERSO. MANUAL TÉCNICO DE SUPERVIVENCIA EN LA ILUSIÓN.
23 enero 2020
MARÍA LOBO
Cada uno de nosotros tenemos un don que te viene donado. Donado significa que está dentro de tí. Que no sabes ni cómo funciona, pero que Es. ¿no? Y que va por ahí, va por ahí va por ahí… El aporte genuino de cada uno de nosotros va por conectar con ese don, con ese con ese algo donado.
¿Pero qué ocurre? Lo que más observamos ahora es que para poder conectar con ese don y donarlo es muy importante quitarnos la personalidad, la identidad y quitarse del medio.
Entonces lo que ocurre aquí es que la personalidad, la identidad, empieza a ganarse los méritos, ¿no? A creerse, a creerse, a hincharse, a hincharse, a hincharse, … y es donde ese don, o ese talento, se desvirtúa, se distorsiona y al final pues se queda ahí; como yo llamo, como estancado, cómo podrido, como el agua que se queda retenida y aparece la frustración, y aparece un montón de cosas en bucle, que nos salimos de ello.
Entonces lo primero de todo, para poder extrapolar ese don o ese aporte genuino, es conocer. Yo apunto a, igual que conocemos cómo funciona nuestro móvil o esta misma plataforma desde la cual estamos haciendo esta videoconferencia, es conocernos a nosotros y eso no nos lo explican en el colegio.
Yo lo llamo: conocer esta estructura espacio-tiempo, y esta estructura espacio-tiempo tiene mucho más que lo que vemos que es simple materia.
Mi método consiste en el método de transformación cuántica porque cuando empecé a leer temas sobre la física cuántica, me dije ¡¡Woooow!! es la primera ciencia, que explica un poquito lo que yo siempre he sentido, que somos mucho más que materia, ¿no?
Tenemos muchísimas más dimensiones. De bien chiquitina para mí era obvio.
Empezar por que esto sea natural. Cuando yo sé que tengo muchas más dimensiones de las que ves aquí, empiezo a utilizar a saber manejar todas estas dimensiones y de ahí no me pierdo. Es claro, es como una mesa con cuatro patas. Imagínate funcionado sólo con la de la materia, no es una pata, la mesa al mundo no va a servir ni para apoyar ni un vaso ni para sostener nada.
Eso es un poco lo que está pasando con la humanidad, llega un momento en que esto no da más de sí, ¿no?
O activamos todo nuestro potencial conscientemente, lo que sería: «Eres una persona, eres un ser multidimensional», y vamos a ver cómo manejarte desde esa multidimensionalidad, que no tiene nada que ver con lo que hemos conocido hasta ahora, y desde ahí todo ese don y ese talento, empieza lo que se llama el flow, las sincronicidades, el fluir…
Es todo un sistema, es todo un método de desaprendizaje más bien diría. Es desarprender porque lo más difícil es sacar a la persona de lo que cree, ¿no?
«Veo esto y creo esto y ya está» ¡Uff!, y esto es un píxel como digo yo, un cuadradito, de todo lo que hay.
Empezamos por nosotros, por esta fantástica tecnología, que se llama cuerpo humano, que para mí es la más alta tecnología que existe, y esta tecnología es multidimensional, es cuántica. Esta tecnología procesa. Imagínate que es como una antena, una antena con transmisores, receptora de la información, la tecnología. Es una antena con transmisores, receptores, una extensión de La Tierra. Somos minerales igual que La Tierra.
Pues claro estamos transmitiendo y recibiendo, transmitiendo y recibiendo.
Lo que ocurre es que esa transmisión, esa recepción de datos, se hace a través de ese sentir profundo.
Ese sentir profundo son sensaciones o emociones primigenias. Esas emociones primigenias, el ser humano a aprendido transgenizarlas, a colocar otras emociones que nada tienen que ver con el púlsar, con el primer púlsar que está sintiendo, ¿porqué?
- Porque se considera malo
- Está mal sentir ira
- La ira de la tienes que tragar
Entonces hay una serie de distorsión…
Esas emociones primigenias son pura energía vital para ser funcionales. Y empezamos por ahí. Empezamos porque hay un montón: la culpa y otras emociones, nos están tapando toda esa sensación, toda esa emoción primigenia.
Entonces, hay que, cómo picar ¿no?, picar a la persona:
«No es que me siento culpable» ¡no! Tenemos que ir mucho más allá…
¿Cuál fue el primer pulsar cuando te pasó esto?
¡¡No!! luego ya lo razonaste y entró la culpa.
Por eso digo que es más bien como tirar del hilo y desaprender, porque en estas emociones primigenias está la información para que tú seas luego funcional.
Es una información ¡guau! del universo. O sea no es tuya, la estás simplemente recibiendo, descodificando y accionando.
Cuando nos sucede algo, lo primero que hace la Mente, (cuando hablamos de mente, hablamos más bien de memoria asociativa, de lo que creo de todo el sistema de creencias que tenemos, yo digo esto, memoria asociativa)…. Cuando nos ocurre algo que no coincide con ese mapa, que Dios sabe de quién es…. Cuando nos ocurre algo que no coincide con esas expectativas de esa memoria asociativa automáticamente lo que hacemos es negar la realidad porque no coincide con este mapa de lo que se supone que me han contado que tiene que ser, ¿bien?
Entonces, en el momento en que niego la realidad estoy negando mi sentir más profundo, porque cuando yo tengo una realidad aparece una emoción que sería energía para hacer de esa realidad algo funcional, pero automáticamente se mete en mi memoria asociativa.«¡No, no, no! ¡Esto no lo acepto!» Y lo que hago desde la identidad es intentar manipular la realidad, para darle la forma que se supone que a mí me gustaría, ¿no?
Esto pasa mucho, por ejemplo, en las relaciones de pareja de todo tipo. Imagínate, en las relaciones de pareja: ¿Cuántas veces tu pareja hace algo que tú crees que no debería de ser así? Entonces intentó hablar con él, trato de cambiarle para manipularle y que se adapte a este mapa que tengo.
En el momento que hago eso, estoy totalmente desconectada de esa emoción primigenia, que venía para que mi relación conmigo y con el otro fuera más funcional. Esta energía la estoy utilizando en forzar.
Yo utilizo mucho la metáfora del zapato de cenicienta. Es como si intentara colocar este zapato de mapa mental que no corresponde con esta realidad y encajarlo. Es imposible, al final la realidad siempre gana ¿no?
Por eso sufrimos porque…
- No aceptamos la realidad: Muchas veces tenemos esas actitudes como de niños caprichosos.
Imagínate: Estás en un trabajo porque te viene bien económicamente. ¡Porque tienes que vivir de algo! Pero estás quejándote de tu jefe… ¡Ahí! ¿Ves? Hay una incoherencia… ¡Pero si eres tú el que aceptas este trabajo! Si no hay una aceptación de la realidad… lo he elegido yo, aunque sea por pura economía, que está muy bien…
Esa emoción primigenia son datos, es información, son datos cuánticos, son datos codificados. Por eso la siento, pero no la puedo explicar de momento porque está codificada esa información, pero si la siento.
Ese sentir primigenio, si tú lo escuchas, al final terminan esos datos descodificándose y entiendes por qué no a ese trabajo, en este momento no es lo que realmente quieres.
¿Qué ocurre? que normalmente ese sentir que tenemos, que es el primero que aparece, esa sensación primigenia, rápidamente la mente empieza a sacar los motivos por los cuales igual nos vendría bien ir al trabajo. ¡¡Venga ya es hora de que ingresemos!!
Hay un montón de análisis que automáticamente ¡clock! nos desconecta. El sentir sigue por dentro, pero no estamos. Estamos más entrenados a atender al análisis, que al sentir profundo. Entonces imagínate, tenemos que desaprender esa inercia, pero está inercia es muy fuerte o sea quien manda es el análisis.
Y en esta propuesta es: quien manda son los datos cuánticos, que es el propio cosmos comunicándose contigo, porque nosotros somos una pequeñez frente a toda esa información y ese orden implicado que mi mente no llega ni a entender, sólo puede sentir descodificar y ejecutar.
Nos creemos como la figura del principito, en el en el libro que aparece un mundo chiquitito y el principito enorme, tenemos ese concepto de nosotros mismos totalmente distorsionado, cuando la tierra es mil veces más grande y nosotros no somos nada ¿no?
Hay que empezar a desaprender eso, lo que sería acercarse a ese análisis: yo sé, yo sé, yo sé, yo sé… cuánto más sé, menos sabes, menos conectado.
Hablo de desaprender, yo utilizo mucho esta metáfora, en mis formaciones y demás, les digo a la gente:
«Imaginaos que vamos en un tren, con una vía en una dirección y vamos a 600 kilómetros por hora. Esa es la forma en cómo estamos acostumbrados a conducir nuestra vida, que sería a través de ese análisis».
Cuando hablo de desaprender hay que, primero, ir frenando yendo hacia ese análisis. Ni siquiera vamos hacia el sentir, no podemos ir hacia el sentir primigenio primero, lo primero que hay es que desacelerar ese tren para qué, una vez que pare, sí que podemos empezar a poner la marcha en el análisis en la otra dirección, que es el sentir profundo.
Cuando hablo de desacelerar hablo de espacio, espacio, espacio… ¿qué significa? que cuando alguien me propone algo, me viene una información y el análisis hace ¡¡Siiiiiii!! y va directo ¿no?
¡¡No!! es como un momento. Date espacio, date espacio, si no nos damos espacio estás veloz.
Empezamos así, mucha ralentización, mucha ralentización.
Si no hay ralentización, no hay desaceleración de la mente; si no hay desaceleración de la mente, el sentido primigenio luego ya es inviable ¿no?
Es como muy «slow». Al principio hay que ir muy «slow» para luego ir a toda velocidad, porque cuando ya cambias la dirección del tren es alucinante, ahí sí aparece sincronicidad, flow, pero eso son etapas posteriores.
Entonces, ¿qué es lo primero? es «slow», «slow» . Cualquier cosa que te diga, espera, di: «ahora respondo», cuega el teléfono, date un espacio… Realmente terminas estrellándote si no deceleras. Yo siempre digo ve despacio para luego ir muicho más deprisa.
Al final el destino al que se dirige la humanidad es… vamos a pasar del análisis a ese sentir, a esa descodificación de datos en el instante presente. Ese es el destino al que va, al que nos dirige la humanidad porque no podemos ir más desde el análisis porque estamos viendo lo que está pasando. Eso es inevitable. Ahora, cuando tú tienes la información, ¿no?
Yo en este caso lo hago a través de mi método… cuando tienes la información, lo que obtienes eres anticipación. ¿Qué quiere decir?vas a ser al igual, pero de una forma lo haces anticipándote, es decir, igual no es necesario que te choques contra la pared finalmente… es más visionario. Entonces, es una propuesta para anticiparse para ser más visionario, para ampliar tu longitud de onda.
Si yo no tengo en cuenta mi parte ondulatoria, que siempre está funcionando, porque es ese sentir profundo, siempre nos está dando la información… pero como me desconecto y me vaya al análisis, no la utilizo. Funciona siempre, pero no la utilizo conscientemente.
Entonces es cuando al final, claro, la onda es muy cortita, y la parte particular termina aprendiendo a base de realidad y no de visión.
Nuestra parte particular tiene un sistema de supervivencia, es como una cucaracha…, fíjate el ser humano es el único que sigue, y sigue, y sigue, sigue, igual que ellas que son las que terminan sobreviviendo hasta temas radiactivos, ¿no?
El ser humano tiene un instinto de supervivencia tan fuerte, que claro, aplicar lo que estoy diciendo es retar a todas tus células a todo tu sistema de supervivencia celular.
Entonces, es como cuando vas al gimnasio, ¡¡te va a costar!! porque está toda tu biología, todo tu sistema de supervivencia… ¡¡no, no, no!! Pero ahí es donde tú vas: ¡¡sí sí sí sí!!
Es como un entrenamiento, el cuerpo hay que llevarlo a más, si no nos quedamos en mera supervivencia. Y llevarlo a más, como en el gimnasio, coger una pesa, que pese un poco más, el cuerpo se va a resistir, pero al final gana en fortaleza, ¿no?
Aquí es lo mismo, ampliando la longitud de onda el cuerpo se va a resistir, pero al final va a ganar, al final va a amplificarse sí o sí. Claro, es esa un poco la evolución.
Fluir para mí es otra etapa. Quiero decir, en la etapa, en la que en general ¿no? está la humanidad, para llegar a la sincronización y fluir, que eso sea una normalidad en tu vida, que haya más de esto, que resistencia, requiere al principio de retar a todo, primero, a tu sistema de supervivencia, en el cual incluyo todos esos análisis, porque te intentan llevar a la zona de lo conocido. Salir de todo lo que no sé me da vértigo ¿no?
Entonces, ese es un poco el punto. ¿Y qué es lo que te lleva me preguntabas?: Nuestra naturaleza ondulatoria. Gracias a Dios, somos duales, es decir, tenemos una naturaleza particular, pero es nuestra naturaleza ondulatoria la que nos impulsa, es la energía que nos mueve.
Entonces, por mucho que nuestra naturaleza particular se resista, la evolución es inevitable. Con lo cual, quieras o no quieras, esa energía al final que es como una presa, va a hacer ¡¡Guaaaaas!! Y te va a arrastrar a esa expansión, por un lado o por otro, pero te va a arrastrar.
No podemos ir en contra. El Universo está en constante expansión y nosotros somos parte del universo, somos el Universo, con lo cual esa fuerza es la propia vida, el propio Universo.
Para parar a este tren que sería de altísima velocidad, en esta dirección del análisis, para ir parando, lo primero es parar, osea desacelerar, lo que te hablaba del «slow», ¿no? de bajar las revoluciones.
¿Cómo bajamos las revoluciones?
Las revoluciones están activas porque nuestro sistema simpático, que forma parte de nuestro sistema nervioso…, ese análisis, está demasiado simpático. Lo simpático nos gusta, todo lo que pare a un simpático no nos gusta, pues tenemos que introducir mucho más parasimpático, que es la otra parte de nuestro sistema nervioso.
¿Qué hace el sistema parasimpático?
Es cuando respiras profundamente, la respiración… En cuanto respiras profundamente, automáticamente tu sistema parasimpático empieza a accionar.
Ese sistema parasimpático también cuando bebo agua, bebo líquido… El hecho de beber agua también activa todo el sistema parasimpático y para tu sistema simpático.
Entonces se necesita mucho parasimpático, mucho parasimpático,… por eso la respiración ejercicios de relajación, y el introducir de forma consciente, que esto yo lo llamo meditación activa, ese estar presente en lo que haces, mientras estás lavando los platos, haciendo una crema… o sea, es como que cualquier cosa cotidiana, sea un acto de meditación. Entonces claro, ahí la mente no entra porque estás mecánico, estás en lo que la sopita, el no sé que…
Lo que comentamos con mucha gente es que la meditación, no la encajonemos, no la encasillemos en una forma meditar ¡¡ommmm!! ¡Qué también! pero hay muchísimas otras formas de meditación que estás haciendo.
Mira yo como occidental que soy, que vivo en occidente, y el contexto siempre es determinante a la hora de utilizar unas cosas u otras, tu contexto te determina, es lógico… Entonces, como vivo aquí en occidente ¡¡para mí en la meditación hay tantas cosas que tenemos pendientes!! Coser un botón, arreglar un armario, hacer limpieza del correo… ¡Hay tanto, tanto, tanto que hay ahí pendiente! que son cosas que requieren atención, pero al mismo tiempo es una atención de estar presente, no es de voy a crear…, ¡No!
Entonces, toda esa lista de cosas, muchas veces es esa lista de cosas, son auténticas meditaciones activas, y no sólo eso, sino que además, «matas dos pájaros de un tiro»:
- Estás meditando activamente porque estás presente, y no hay meditación más fuerte que aquella que te une al instante presente de lo que hay en este momento.
- Y por otro lado, estás siendo funcional. Yo apelo mucho al concepto de funcional, porque todas esas cosas son pendientes. Al final al solucionarse te hacen la vida más agradable y te sientes mejor ¿no?
Estamos metiendo ahora mucha tecnología: la tecnología 5g, tecnología cuántica, ¿no? Es como la tecnología del futuro, bueno ya tenemos mucha tecnología cuántica pero apelan por ordenadores cuánticos y por teléfonos con tecnología cuántica, ¿no?
Esa tecnología cuántica tiene en cuenta esa parte particular, que serían esos datos, pero al mismo tiempo, ¡tiene en cuenta esa parte de sentir qué datos son para mí! ¡Porque datos hay tropecientosmil! ¿pero cuáles son los funcionales para ti? Eso solo te lo da tu parte…, tu aspecto, ondulatorio del que hablamos.
Entonces, esto es efectivamente, en los colegios el abordaje en este momento para mí no está siendo, (no en todos evidentemente pero generalizando) no hay tanto, gracias a Dios ya se va abriendo camino, pero no hay tanto abordaje holístico desde esta perspectiva.
El conocimiento está bien, pero que el niño empiece a sentir, a pensar por sí mismo, ¿no? O sea, tú recibes mucha información, ¿pero y tú qué dices? El darle también ese ese aspecto de sentir y opinar ¿no? Entonces hay un concepto educación muy diferente el que va a venir evidentemente para hacer menos referencia y más interacción.
Hay mucho cliché, mucho mapa, mucho correcto e incorrecto, lo que deberías y no deberías hacer… Eso te quita, como digo yo, el alma.
Te quita tu esencia: «En mi en el mundo mando yo y es mi sentir profundo».
«Estamos en un mundo donde hay muchas realidades y todas son válidas, lo importante es que tú sigas tu sentir que es tu realidad»
Y eso es lo que muchas veces capamos o cortamos: ¡No! ¡Te estás equivocando!
¿Cómo? ¡pero si es lo que siente!
Al final estamos muertos en vida y es lo que pasa, al final tienes que tirar, cómo muchísima gente, de medicaciones, de cosas para poder…, pero es porque ahí hay falta esa energía, ¡está ahí podrida! Lo que hablamos, es que se pudre y no tiene salida.
Voy a darte una práctica con 2 tips:
- El primero, invitaría a empezar por lo básico, y lo básico es ver espacio para luego poder coger esa velocidad. O sea es, ralentiza tu vida, ralentiza tu vida en la medida en la que puedas, y para ralentizar tu vida doy una clave:
- El segundo: Coge una hoja, haz dos columnas. Date un espacio, tomate un té contigo haciendo esta actividad, disfrútate… y pon todas aquellas cosas en una columna que crees que para ti son super superfluas pero las sigues haciendo más más que nada por inercia:
- Imagínate: Cuando me llama alguien y por inercia siempre digo sí ¿no? Una serie de cosas.
- Y a la derecha todas aquellas cosas que realmente te nutren, y cuando las estás haciendo te estás nutriendo, nutriendo, nutriendo… Y que empieces a ser fiel, que empieces a poner en práctica esas dos columnas, y vayas sacando cosas e introduciendo más cosas desde tu sentido profundo.
- Entonces esto funciona muchísimo, es impresionante como la energía la recuperas cuando lo pones en práctica.
- Pondría: Desde amistades (amistades que sí, amistades que no); Empezaría a ser más selectivo, más conectado con mi sentir profundo, más real en una palabra.
Tienes que estar hasta las narices, más bien, tienes que estar ya saturado de ver que lo otro de agradar, de no sé qué, de caer bien a todo el mundo, es una forma de vivir que no te compensa.
Entonces tienes que querer mucho introducirte a ti ya en tu propia vida, ahí sí, más que valiente, ganas diría yo… decir: ¡Estoy harta de funcionar así! ¡No soy feliz! ¡No!