Extracto de EL PISOTÓN DEL UNIVERSO. MANUAL TÉCNICO DE SUPERVIVENCIA EN LA ILUSIÓN.
12 de Noviembre 2019
JORGE:
La pregunta que tú estás haciendo es…
¿Cuánto tiene que ver la acción en mi experiencia de plenitud?
Es decir, ¿qué relación existe entre la plenitud y la acción?
¿Cuándo depende de la acción?
Es decir… ¿cuánto peso tiene la acción? ´
¿Es la acción importante?
¿Es la acción fundamental?
¿Me pierdo en la acción? ¿Qué está pasando?
¿Por qué me pierdo una acción? ¿Qué creo que la acción me dará?
Hay una cita del curso de milagros que habla justamente de eso, nos dice “el conocimiento no requiere de acción”
El conocimiento no requiere de acción, no es acción, no te lleva a la acción… De alguna manera como diciendo, “la acción siempre enfocada como un medio de obtener algo del mundo”, y el conocimiento al ser abundancia, ya es.
El conocimiento es el reconocimiento de tu unidad perfecta con dios, por tanto el conocimiento es igual a, ya es, y es igual la certeza.
Certeza, conocimiento y ya es, son sinónimos.
Este conocimiento dado que ya es, no requiere de acción.
La acción está enfocado que como no es, tiene que ser. Entonces, cuando se idolatra la acción, estás negando que ya es.
La acción es inevitable en este plano de existencia, pero no es la causa sino es efecto.
Creemos que la acción es causa, del éxito, de la plenitud, de la felicidad… Creemos que es causa y por tanto todo está enfocado en la acción como causa.
Cuando empezamos a reconocer que mi estado de consciencia es la causa, del cual deriva la percepción, las decisiones, los flujos de pensamiento homólogo… La acción, la conducta, la pauta, los puntos conductuales, la expresión a través de la acción.
Todo eso es efecto. Y en el momento que tú reconoces que la acción es efecto de éste, vas a la causa y entonces la acción se convierte en un medio de extensión del estado de consciencia. Es decir, si tú estás en paz, éstas es un estado de paz o de unidad; o te sabes bendecir en la gracia de del amor o te vives en un reino de amor.
Todo eso es efecto. Y en el momento que tú reconoces que la acción es efecto de éste, vas a la causa y entonces la acción se convierte en un medio de extensión del estado de consciencia. Es decir, si tú estás en paz, éstas es un estado de paz o de unidad; o te sabes bendecir en la gracia de del amor o te vives en un reino de amor.
Estoy hablando de estados de consciencia, porque me sé que mi unidad vale con la presencia yo soy.
Ese estado de consciencia en el que me vivo ahora, se extiende a través de la acción, pero la acción no se hace causa, se convierte en un efecto, es algo tan natural que no parece que tú la diriges, si el estado en el que estás es dirigido.
Por eso se habla de que, la acción es inconsciente, la acción es natural, la acción es efecto… de repente dices: “yo no hice nada”
Bueno tú te ubicaste en un estado de consciencia de unidad, a través del cual, la acción o el estado se expresó a través de la acción.
Cuando tú tratas de hacer una acción para obtener algo externo a tí que crees que si no lo obtienes vivirás sufrimiento o carencia, y que si lo obtienes tendrás abundancia, observa:
“Estoy haciendo a la acción y a la cosa que hacer causa de mi estado”
Entonces, esto surgirá una tensión estará nervioso, preocupado por si ocurre o no ocurre, porque sientes que hay algo en juego.
Siempre que sientas que hay algo juego, ten por seguro que me he separado de mi unidad con Dios y con el Amor.
Es cuanto más conscientes de cómo te sientes más sabes la respuesta a estas preguntas.
Siempre que trató de obtener algo o un estado del mundo, ten por seguro que me he separado de dicho estado.
¡¡Por eso trato de buscarlo fuera!! Pero dado que tú eres uno en dicho estado, de paz, de unidad, de gracia; es siempre ubicarte y unirte, fundirte y hacerte uno con ese estado, y el resto viene por añadidura.
Así que la acción será un medio de expresión natural auténtico, fluido, que te llevará a extender el estado no a obtenerlo.
Así que siempre que…
- Estés preocupado/a
- Estés tenso/a ansioso
- Creas que hay algo en juego.
- Temas algo
Esos son indicadores que te están diciendo que has hecho un ídolo que crees que te puede fallar.
Si tuviese que resumir todo este camino, la práctica, la maestría, con unos términos, con una cita, una frase, diría:
“todo ya es”
Así que acepta la verdad de tu ser, todo ya es, todo te fue dado, ha sido dado, y es dado.
Tu unión ya es. Así que el ya es es, el maestro. Pero entonces la culpa niega que ya sea, ¡¡La creencia en la culpa hablo eh!!
La creencia ilusoria en la culpa, no es más que el sistema de pensamiento que niega que ya sea; y el propósito del espíritu es la aceptación de que ya es.
Así que es la maestría que es:
- Tú con dos sistemas de pensamiento
- Reconociendo a ambos
- Separando la paja del trigo
- Discernir entre ambos
- Adueñarse, perdonarte y elegir de nuevo el sistema del espíritu del amor
Donde aceptas:
- Es un camino de aceptación de la verdad
- La verdad es la voluntad de Dios
- La voluntad de Dios es el Amor
- El Amor es la libertad que es la paz perfecta, es la inocencia perfecta
No es la aceptación de cualquier cosa que pase, sino la aceptación de Dios sobre todas las cosas, que su reino que es su Amor, que es tu permanencia absoluta, es tu impecabilidad.
Acepto la voluntad de Dios es:
“Reconozco en la impecabilidad mi ser aquí y ahora eternamente y para siempre”.
La cual no puede ser amenazada, por tanto e aquí la impecabilidad del Dios presente.
“Es hacer la voluntad de dios”.
La voluntad de Dios es:
“Como abrir las puertas y las ventanas a la corriente de Dios en tí;
y cuando la aceptas en tí, te unificas con ella.
Sientes una dicha, una expansión, una unidad con dios inmensa, ilimitada, absoluta.”
ARANTXA:
¿Al hacer esto es necesario parar en la forma?
JORGE:
Parar no es un verbo. Parar es acción.
Moverse y parar esa acción.
Pararse no es no accionar, porque es como:
¿Cuándo empezó a pararse?
Estaba en movimiento y me paré, por tanto accioné. Yo a eso lo llamo acción. Pararse es acción.
Entonces es, ¿hay que pararse?
Yo no sé si hay que pararse o hay que moverse porque es acción, y he dicho que la acción es efecto.
Por tanto, ¿hay que pararse?
Si sientes la inspiración y estás en ese estado, puede que pares, o puede que tu meditación sea sumamente activa, y sea haciendo la comida en un momento determinado, y sintiéndote unida a esa Amor, a esa Paz, que se expresa a través de hacer la comida.
Entonces verías que no hay que pararse, pero ¿qué hay que hacer?
Es mirar, mirar, mirar, a lo que soy. Cuando tú te reconoces, te aceptas, te unificas contigo, con la paz de ser, con tu permanencia, con tu eternidad… hay paz en mí de fondo, hay silencio me de fondo expresándose.
Cuando tú te unificas contigo y puede ser que esa inspiración santa en ti de vivir este instante, te lleve a pararte en un momento determinado porque digas:
“Siento la inspiración aquietarme, a de gustarme mi sofá, o en mi silla, o en zafo, o en lo que sea, y me apetece en mayúsculas, que siento la inspiración de sentarme y a quitarme y acercarme a mí mismo”
Pero habrá muchos momentos, en los que tú te dices:
“Me paro, hago esto, medito porque es importante…”
¡¡No, no, no!! Sintió la inspiración, para acceder a un estado, es decir, cultivar y abrazar un estado, de quietud.
Es que no dejas de mirar, no dejas de enfocarte, no dejas de poner tu atención… Cuando tú pones atención a tu plenitud de ser, la plenitud misma de ser y ese estado te conduce a pararte o a moverte, pero nunca dirás párate o aquiétate, pero hay veces que es verdad que dirías: “Viene bien una pauta conductual que estoy utilizando como medio para quitarme”, que esa sería el otro punto de vista.
Y tú dices, ¿es bueno pararse? Y digo depende, siempre del estado.
No idolatremos los medios, simplemente es: “¿Sientes ahora que parar te facilita tu quietud interna?”
Es decir, ¿te ayuda a acceder a ese estado de paz y calma?
Y dices: “Sí, siento que pararme ahora mismo lo facilita, es más amable en lugar de moverme”
Pues entonces si tú lo sabes y lo sientes en tí, párate.
El estado en realidad, es tu unión con la cualidad, con la naturaleza de ser.
Es decir, todo lo que tú sientes, es simplemente la cercanía o distancia que hay entre lo que piensas que eres y lo que eres realmente.
Es decir, ¿qué es un estado?
Cuando tú te unificas en mente, es decir, el alineamiento de mi mente, con lo que realmente soy, hace que fluya en mí, es como abrir las puertas, a la corriente de mi presencia Yo Soy. La sientes, y dirías estoy en un estado de flujo, estoy en un estado de unidad con mi presencia Dios.
De acuerdo, dirías ¿y de dónde viene ese estado?
De tu unidad con lo que eres
Pero cuando siento miedo o carencia, si a eso le llamamos estado emocional, ¿de dónde viene? De la discrepancia vibratoria entre lo que verdaderamente soy y lo que creo que soy.
Por tanto, tu emoción siempre te indica el punto en el que estás de unión contigo misma.
Las emociones son tus bellos y maravillosos indicadores que siempre te muestran el camino. ¡¡Siempre!! Por eso es si no hay nada externo a ti, tu emociones esa biblioteca absoluta, precisa, impecable, que te está diciendo cada pensamiento que sostienes alineado y no alineado con tu ser para que lo traigas sobre la mesa, te adueñes, te perdones y elijas de nuevo.
Siempre el camino del amor, de la amabilidad, de la paz, que es la extensión del Dios.
Cuando haces de la acción un ídolo, ahí es el temor de creer que no vas a conseguir aquello que quieres a través de la acción, surge el miedo. Así que el miedo es el indicador de que has hecho la acción causa y que hay algo en juego.
Así que al creer que hay algo en juego es cuando sientes el miedo, por tanto tu sentir que está indicando que estás haciendo de la acción un ídolo que crees que te va a fallar.
Eso quiere decir que en ese momento puntual, estás haciendo de la acción causa y que ahora hay algo en juego:
- “Más vale que la acción sea correcta”
- “Más vale que la acción cause algo correcto”
- “Tengo miedo de que no lo haga”
- “Tengo miedo de perder”
¡¡Así ya estoy en ese estado de separación!!
Yo siempre digo:
“A la paz se llega por la paz, a la libertad por la libertad,
Si quieres extender libertad y expandirla, ubícate en la libertad,
Se la libertad misma, unifícate con la libertad,
Accede al estado de consciencia de libertad,
Y empieza a cultivar este sentir en tí,
Estos pensamientos alineados, donde tú te reconoces y aceptas la libertad que eres.
Es en dicho estado donde la acción será un medio natural a través del cual expreses dicha libertad”
Es decir, desde un estado de consciencia, de libertad, de paz, de calma, de tranquilidad, accionarás siempre desde ese estado, y tomarás decisiones siempre selectivas, vamos a decir, en base a ese estado.
Así que si tengo miedo, es porque estoy haciendo la acción causa y temo que me falle, temo que venga en mi contra, es decir, temo perder algo, creo que la acción no me dará, hay algo en juego y que estoy experimentando hay algo en juego.
Y cuando hay algo en juego que pasa, que niego el Amor.
Por tanto tú dices, ¿y qué hago? Pues si ha habido una negación de amor, llena el combustible, que es llena tu consciencia de amor, colma tu consciencia de amor, empieza a aceptar que eres amado y bendecido.
¿Para qué? Para ver que, a mayor consciencia de amor, se disuelve el miedo.
Al miedo no se va a través de la acción. El miedo, al ser una negación de amor, y he de empezar a aceptarlo, aceptar el amor, y ver cómo se disuelve dicho miedo.
El miedo te indica que ahora mismo has decidido negar amor, entonces ves la tensión de dónde viene, ves la euforia de dónde viene:
¡¡Creo que la acción me conseguirá algo!! ¡¡Guau!!
No, creo que no me va a conseguir nada… Y siento miedo.
Estoy haciendo el mundo causa, estoy haciendo la acción causa, y yo víctima de lo que surja, ¡¡por eso tengo tanto miedo!!
Porque el tribunal del mundo decidirá si sí o si no.
Si es si será bueno; si es no, será malo; y entonces entro en esa dualidad donde experimento el sufrimiento, porque se me ha olvidado que ya es en mí, y al reconocer que ya es se extiende en lugar de proyectarlo y tratar de conseguirlo en el mundo.
Así que es la extensión es primero me ubico en ya es,
Y de ahí y se extiende naturalmente,
Y esa es la maestría, que es unificarte,
De unificar de en tu presencia a Dios,
En tu presencia Yo Soy,
Me unificó y se extiende,
En lugar de proyecto, y busco en el mundo,
Para suplir una carencia que yo mismo he decretado.
Jorge Pellicer para Holistic Matriz del cambio