Extracto de EL PISOTÓN DEL UNIVERSO. MANUAL TÉCNICO DE SUPERVIVENCIA EN LA ILUSIÓN.

8 diciembre 2019

 

JORGE LOMAR

La primera clave, es que hay que decidir profundamente dejar de pensar. ¿Vale? por eso lo llamo «Yo Siento». La primera claves es Yo Siento, la primera clave es conectar con tu consciencia, con La Consciencia, que es un espacio que nos parece que está vacío.

No importa que parezca vacío, aunque en realidad es el aliento de Dios.

No importa que lo llamemos soledad, aunque es el aliento de Dios.

Hay que acostumbrarse. Tenemos que retomar la costumbre de dejar de abandonar este espacio.

Y esto es un dejar de pensar que a veces parece un rechazo. No importa, parece un rechazo, parece que abandonas la historia…, parece, parece, parece… pero lo único que estás haciendo es dejar de dar valor a lo que no lo tiene.

Mientras más vamos ganando discernimiento de lo que no tiene valor, más fácil nos resulta hacer este gesto de sentir, de estar con el Cristo, con la Consciencia, y dejar de pensar.

En este entregarte, es entregarte a recibir ayuda. Poco a poco, lo que nos va resultando más interesante es, dejar de proteger Mi Paz. No lucho con el otro porque ha estorbado Mi Paz, porque entonces veré qué lo que hago es como si me pusiera una bomba en la Paz. O sea, cuando intento defender mi Paz, es como si bombardeara mi Paz, porque en realidad me pongo en oposición al otro y no le veo con inocencia.

Por decirlo de alguna manera, lo que viene a desafiarnos en esos momentos en es que me creo que la Paz viene de mi persona, en vez de creer que viene de mi Ser.

Entonces si viene algo externo a estorbar Mi Paz, no lo incluyo en mi Paz, no puedo lidiar con él, no puedo decir:

«Hola Amor, ¿qué quieres? ¿Qué deseas?»

Así no puedo concederme el tiempo, no puedo dejar de valorar la estructura y el tiempo lo suficiente como para no defender Mi Paz y como para saber que Mi Paz va a estar ahí esperándome. Y que dentro de cinco minutos podré volver a ella, y que ahora no importa que se estorbe. No importa que el nido se haya caído al suelo, porque ahora la vida está trayendo esto y es mi mente. Y está precisamente, sí he tocado con un poco de paz, para que se abra a incluir esto.

Pero si en la vida está sucediendo esto, si de repente empieza a sonar una máquina del vecino, si de repente empieza a sonar música, está para incluirlo en Mi Paz.

¡Qué no! ¡Qué hago lo que puedo! ¡Qué resulta que me viene rabia! ¡Qué me viene un juicio! ¡Perfecto! Pues ahora voy a utilizar la paz para observar mi juicio, para observar lo que ha brotado en mí, para responsabilizarme.

De hecho, me gusta unir este primer paso con el segundo. Es muy importante que cuando estoy sintiendo esa presencia, cuando estoy logrando dejar a un lado mi historia, mi cuento, mi pensamiento, mi juego de causas y efectos, mi protección, mi planificación de mí mismo, mi autofabricación… cuando estoy dejando a un lado eso y se está creando un espacio de lo compartido dentro de mí. En ese momento, recordar que todo lo que estoy viviendo, que todo lo que estoy sintiendo, todo ha brotado de mí.

A medida que se está sintiendo, incluir toda la percepción. Todos los sonidos, todos los recuerdos, todas las relaciones, gente cercana, tu pareja, mi mujer, mis hijos… ¡¡todos están aquí conmigo viviendo está experiencia!!

¡¡No hay nadie separado de mí!! ¡¡No es nada personal lo que estoy haciendo!! ¡¡No estoy haciendo desarrollo personal, estoy haciendo desenredo personal!!

Y ahí incluirlo todo. Todo está incluido en mí y todo está brotando de mí. Todo es para mí y desde mí. Y este mí es Sagrado, este mí incluye a todos. Y ese es el segundo paso.

El tercer paso es que no sé nada de nada, es reforzar la entrega.

No sé nada de nada. No sé qué es bueno, no sé que es malo. Es reforzar. Una vez sabiendo que todo está en mí, que todo está para mí, voy otra vez a lo más profundo, a desvincularme literalmente del tiempo, de toda herida, de todo dolor, de todo conocimiento humano, de toda ciencia, de todo, y poder ir conscientemente a un lugar de perfecto vaciado, de perfecto darme.

Y ahí, el cuarto paso es sentir la Voluntad inmensa eterna de amar que se despliega dentro de mí. Ese deseo de Amar que existe ahora, y… decididamente sentirlo, admitirlo, reconocerlo: «¡¡sólo quiero amar ahora!!».

Nada más importa, me podría morir ahora. Solo puedo rendirme a que el Amor es lo único que tienes y es lo único para lo que sirve el universo y no hay otro servicio.

Reconocer ese Amor que está brotando dentro de mí, que está siendo mi Ser, mi pensamiento, mi esencia, mi expresión, mi fuente, mi torrente. Dejarlo ser, quedarme con él, quedarme con el Cristo un rato, sintiéndolo en su naturaleza, siendo Amor puro expresándose en mí. Como si hubiera recuperado mi relación real, Dios a través de ti siendo.

Y este es como un momento de experiencia directa, de quedarte aquí todo lo que puedas.

Simplemente en este momento de experiencia directa hay algo en ti, hay algo de la naturaleza humana, que en un momento dado te pide que te pongas a caminar, que lo conectes con todo, y dices sí, voy a hacer que esto venga al mundo, que esto se conecte con todo: Se conecte con los árboles, con mi marido, con mi casa, con mis hijos… Voy a hacer que esto esté en todas partes.

Y este es el quinto paso, se llama Aceptación. Aceptas que esta es tu realidad y que te vives así mientras estás en lo humano. Mientras está sucediendo lo humano tú eres quién eres y vives todo con aceptación porque ahora sabes quién eres.

Y esto es lo que yo llamo los cinco pasos.

-Hemos recorrido la sensibilidad que es la presencia de Dios en ti que es el primer paso, sólo abriéndome a sentir ese silencio, esa paz profunda en mí, sólo así puedo dejar de pensar. Sólo así puedo dejar de dar valor a intentar ser el ejecutor y el creador personalizado de lo que está pasando.

-El segundo paso es la responsabilidad o tomar el poder. Todo está brotando en mí. Todo lo estoy creando en lo que realmente soy. Dios crea la conciencia y la conciencia crea experiencia, y la experiencia deriva en forma y la forma es usada para el sentir. Todo brota de mí, todo brota de mí consciencia todo está en mí para mí.

Soy el viento, soy la montaña, soy la nieve, soy el río, soy la sonrisa, soy el canto de un pájaro, soy el oleaje, soy la lava ardiendo, soy la sombra del árbol, soy el sol radiante, soy la tierra sólida y firma, soy el inmenso cielo que la abraza, soy el mar fresco y movido, soy la emoción, soy el sentir, soy la Expresión de Dios.

-El tercer paso es el No Sé. No sé qué es bueno, no sé qué es malo, no sé para qué sirve en absoluto nada, de lo que pasa en ninguna parte.

Aquí hay una renuncia, a los conocimientos del mundo. A este momento lo llamo humildad, desnudarme… Lo pongo inmediatamente después del poder porque me recuerda al cordero que yace junto al león. La perfecta entrega de todos los conocimientos del mundo, de todo lo que creía saber, de todo lo que creía profano a sagrado, que era bueno o malo.

Simplemente no lo toco, dejo que se vaya toda la amargura, todo el sufrimiento, todas las causas falsas. Todo el antes y el después, todo el pasado y el futuro… Dejo que todo esto se vaya… digo, no sé.

No sé nada, ni tengo que saber. No tengo que saber. No sé qué es justo, no sé qué es injusto, no sé qué es responsable o irresponsable, no sé qué es beneficio y que es pérdida.

Sólo así puedo saber qué todo momento es totalmente correcto. Sólo así puedo saber por fin, que Dios me rodea. Qué Dios es lo que respiro, el Amor puro es lo que soy y está fluyendo a través de mí, que me está hablando la conciencia, la vida, mi ser, mi vida, mi todo.

El cuarto paso es Sentir el deseo de Amar. Siento este deseo de Amar, de expresarse, de crear que hay en mí. Sólo quiero Amar ahora. No sé qué es Amar, pero sólo quiero Amar ahora.

Y siento la respiración… siento el aire… siento mi consciencia corporal, mis manos, abro los ojos, siento esto que llamó mi entorno, siento todo lo humano, reconozco todo lo humano, todo lo que está aquí presente y aquí quiere expresarse el Amor…

El quinto paso es Aceptar. Aquí, sin esperar a ningún otro estado, aquí y ahora, aquí exactamente con estas relaciones, exactamente en esta estancia, en este cuarto, exactamente con este cuerpo, exactamente con esta mirada, exactamente en este instante quiere el Cristo expresarse quiere estar en todo lo que estamos. Por qué está. Y esto es la aceptación de quién somos, como estamos, dónde estamos, aquí y ahora.

Gracias Amor. Hasta siempre. Gracias.

Por Jorge Lomar para Holistic Matriz del Cambio

 

Jorge Lomar para Holistic Matriz del Cambio